El Congreso de ARTELOPE marca las líneas maestras para el futuro de la investigación del teatro clásico español

Las nuevas tecnologías ya no son tan nuevas, afirmó alguien durante el Congreso Internacional “Lope de Vega y el teatro clásico español: Nuevas estrategias de conocimiento en Humanidades”. Apremiados por esta realidad, los investigadores de todo el mundo, reunidos durante los días 2, 3, 4 y 5 de mayo en la Universitat de València, han concluido que el devenir de las Humanidades se juega en el tablero digital.

Así pues, este congreso ha supuesto un punto de inflexión en la forma de enfocar la investigación en el ámbito de la Filología Y, a la vez, ha significado una inexcusable toma de conciencia colectiva: nadie cuestiona ya que las nuevas tecnologías representan una herramienta fundamental en el trabajo científico, porque se evidencia que, al margen de ellas, la supervivencia es prácticamente imposible. En este sentido, durante los cuatro días del congreso dirigido por Joan Oleza, se ha puesto sobre la mesa la necesidad de incorporar los avances tecnológicos al modelo tradicional de investigación para ampliarlo y complementarlo, aprovechando unas posibilidades hasta ahora inimaginables.

Aunque el resto de ramas de la Ciencia lleva años de ventaja respecto a la Filología en cuanto a uso de la tecnología en su labor investigadora, tras esta reunión en Valencia se puede afirmar que la investigación del teatro clásico ha superado el retraso generalizado de las Humanidades y se sitúa, actualmente, en la vanguardia del conocimiento humanístico de la era digital. Y quizá la clave se encuentra en haber sabido conjugar los logros de la modernidad con los frutos de la tradición, tal como ha demostrado un simposio donde se han alternado trabajos clásicos con comunicaciones dedicadas a las nuevas vías que hoy se abren en la investigación sobre el teatro áureo.

Las dos mesas redondas que han tenido lugar durante el congreso han sido, tal vez, los espacios que mejor han servido para poner de relieve las inquietudes de los profesionales y los retos que plantea su futuro a corto y largo plazo. Se han concretado dos tendencias complementarias: la línea de las ediciones digitales de textos y la de la creación de bases de datos. Esta última, tal como los proyectos ARTELOPE, DICAT y CATCOM han evidenciado, se postula como el procedimiento más eficiente para la sistematización de grandes volúmenes de datos, facilitando a los investigadores el acceso a la información y su análisis. Todo ello apunta hacia la imprescindible colaboración entre técnicos informáticos y filólogos. Y el objetivo no es otro que formar parte, a nivel educativo, cultural y académico, de un mundo cada día más ajeno a las Humanidades.

El congreso organizado por el equipo de Artelope ha marcado, sin duda, un antes y un después en la investigación sobre el teatro clásico, y ha sido pionero en examinar las rutas por las que debe progresar la tarea humanística en la nueva sociedad. Quizá sea aventurado defender que las bases sentadas en Valencia en 2012 se convertirán en un referente durante los próximos años, pero lo cierto es que las líneas maestras aquí trazadas tienen visos de figurar en la hoja de ruta del filólogo en el siglo XXI.

Purificació Mascarell // Universitat de València

PD: Pueden verse más fotografías del congreso en http://www.flickr.com/photos/78267222@N06/sets/72157629663797124/

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